La mejor solución que encontramos fue aceptarlos a cada alumno como es y buscar en cada problema su principio para tratar de solucionarlo por que en esta edad los estudiantes cambian sus preferencias, responden, reaccionan y adoptan modas, hábitos de consumo, modos de participación y expresión, evidencian la necesidad de ser escuchados por alguien por que no lo pueden o logran encontrar una persona que les de esa confianza y seguridad tan necesaria para ellos. Es por esta causa que muchas veces me quede después de haber terminado mi tarea a las 17:45hs, los escuchabas y les daba algunos consejos demostrándoles que realmente a alguien le interesan, sea en la escuela o en su casa. Así transcurrió todo ese año y hoy día veo a muchos de estos chicos, que se encuentran en 5° año mientras que otros quedaron en 2° año y pocos se cambiaron de colegio pero principalmente los que están en 3° y 4° año desean terminar, que es lo que más grato y satisfactorio. Es escuchar de ellos mismo esas palabras, de esos chicos que no creían en nada, ni en si mismo y menos en sus mayores.
A continuación se expone una publicación de la Sección del diario Observador con el título “La familia y su pérdida de protagonismo” y otra del diario La Acción de Nogoyá con el título “La Apatía adolescente”.-
